¿Estás de visita en Córdoba y no sabes qué comer?
Primero, debes saber que la ciudad Andaluza de Córdoba tiene una cultura milenaria en lo que respecta a gastronomía.
La influencia de los pueblos que la habitaron sigue hasta estos días. La cocina es una mezcla de la influencia de la época Romana, la Fenicia e incluso la árabe que, hasta la posterior reconquista de los Reyes Católicos, contribuyó a enriquecer su gastronomía.
Córdoba tiene una gran reputación culinaria gracias a la amplia oferta y calidad que dan sus tabernas y restaurantes basados en una dieta mediterránea, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2013. Por eso te contaremos cuáles son los platos típicos de la región y qué no debes perderte si visitas esta bella región.
Salmorejo
El salmorejo es, sin dudas, la estrella de la gastronomía cordobesa. Esta sopa espesa y fría a base de tomate es bastante parecida al gazpacho. Las primeras versiones del plato se remontan a la época en la que los árabes estaban instalados allí y consistían en ajo, pan, sal, aceite y vinagre. La receta se mantuvo bastante similar durante cientos de años, hasta principios del siglo XX, cuando se popularizó añadir un tomate a la mezcla.
Si quieres probar el mejor salmorejo de la ciudad te recomiendo El Rincón de Carmen, ubicado en la calle Romero, 4, en la zona de la Judería. Además de una gastronomía excelente tiene un patio hermoso en el que vale la pena pasar una velada.
Ajo Blanco
El salmorejo no es la única sopa fría típica de Córdoba. También lo es el Ajo Blanco, que se prepara hace cientos de años y se elabora con pocos ingredientes, pero muy sabrosos: agua, ajo, sal, aceite de oliva, pan, almendra molida y vinagre.
Flamenquín
Mi plato favorito de la gastronomía cordobesa es este rollito frito lleno de sabor. Típicamente relleno de jamón y lomo, a veces lo encontramos en otras versiones con queso. Respecto a sus orígenes, hay varias teorías. Mientras que hay quienes afirman que el plato se inventó en el pueblo de Bujalance, en la provincia de Córdoba, otros lo remontan a Andújar, en la vecina Jaén.
Recomendarte un sólo lugar a dónde comer esta delicia si visitas Córdoba sería imposible, porque en cada restaurante hacen una versión propia y muchas son muy buenas. Un clásico es el Café-Bar Hermanos Bonillo, ubicado en Calle Sagunto, 27, a donde venden flamenquines enormes, que llegan a pesar hasta 1 kg, pero puedes hacerlo en casa también.
Berenjenas con miel
¿Berenjenas con miel? Si, quizás te suene raro, pero es uno de los platos más sabrosos de España. La combinación del sabor de la berenjena, mezclada con la dulzura de la miel y el crocante que le da la fritura funcionan perfectamente en el paladar.
En Córdoba se sirve con miel de caña, que tiene una textura bastante más dulce y liviana que la miel de panal.
Mis favoritas las hacen en Casa Pepe, ubicado también en la judería. Aquí tienes una receta.
Rabo de Toro
No te asustes, aunque suene raro es un plato clásico y espectacular. Sobre todo si disfrutas de sabores profundos, producto de cocciones largas. Para este clásico suele usarse carne de toro o res y cocinarla a baja temperatura en una salsa de vino tinto. El resultado es una carne muy tierna. Generalmente se acompaña de papas y no falta en los restaurantes más clásicos de la ciudad.
El plato tiene origen en las famosas corridas de toros de finales del siglo XIX. Los toreros solían compartir con el pueblo las partes del animal que eran menos apetecibles, entre ellas el rabo.
El Mesón San Basilio es considerado por muchos el mejor lugar para comer este plato y además de ser rico, el restaurante es muy bonito y las porciones son súper abundantes.
Japuta En Adobo
Este plato se prepara con un pescado que le da su nombre, la japuta. También conocido como palometa, este plato adobado y frito es una de las estrellas de Córdoba.
Antes de cocinarlo se marina durante 24 horas en una mezcla de orégano, ajo, pimentón, comino, aceite de oliva y sal y luego se fríen. El resultado es una mezcla crujiente y sabrosa que no puedes dejar de probar.
Te recomiendo que pruebes mi favorito, lo hacen en el Restaurante El Churrasco, ubicado también en la Judería. Cumple con los tres requisitos básicos: bueno, bonito y barato.
Caracoles
No apto para impresionables, pero sin dudas un plato que no debes perderte si visitas Córdoba son los caracoles. Generalmente se cocinan guisados en salsa y es tal su popularidad que durante la temporada de caracoles (que abarca los meses de marzo, abril y mayo) aparecen repartidos por toda la ciudad numerosos puestos donde ofrecen esta delicia.
Si andas por la zona no te pierdas de probar caracoles, sin dudas serán mejores que en otro lado y vale la pena probarlos.
Alcachofas a la montillana
Esta receta se extiende y abarca toda la región de Andalucía, sin embargo, en esta región tienen su propia versión, que de hecho es muy buena.
La preparación es simple, se cocinan las alcachofas en vino Montilla-Moriles, propio de la región. La versión clásica incluye además caldo, ajo, cebolla y no pueden faltar unas tiras de jamón ibérico por encima.
Mis favoritas las encuentro en la Bodega Mezquita Ribera, ubicada en Ronda de Isasa, 10.
Pastel Cordobés
Esta es una recomendación especial para quienes disfrutan de los platos dulces. El pastel cordobés es una de las comidas más típicas y el postre favorito de la mayoría de los locales. En las confiterías se lo conoce como Manolete y lo vende en una versión pequeña.
Es sencillamente una tarta de hojaldre rellena de cabello de ángel, un caramelo hecho a base de pulpa de fruta (generalmente calabaza). Aunque suene extraño el resultado da un sabor bastante clásico, como a manzana o pera asada. Algunos restaurantes le agregan jamón, logrando así un plato agridulce exquisito.
Especialmente te recomiendo la versión de la pastelería San Rafael, fundada hace más de 80 años y ubicada en el barrio de El Brillante, en la calle Cardenal Portocarrero 23.
Coméntanos qué te ha parecido este post y si has probado algunos de los platos. Si tienes clásicos que no incluimos en esta lista, por favor déjanos la información en los comentarios.