“Lo malo no es que los sevillanos piensen que tienen la ciudad más bonita del mundo, lo peor es que puede que tengan hasta razón”. Esta frase atribuida al escritor Antonio Gala, resume perfectamente lo que mucha gente piensa de Sevilla cuando la visita.
En ansiaviajera nos cuesta mucho decidirnos por la ciudad más bonita no ya del mundo, si no de España, pero la capital andaluza sin lugar a dudas está muy alta en el top.
Y es que aquí se reúnen todos (o casi todos) los factores que hacen de una ciudad algo especial cuando la visitemos:
Belleza, gastronomía, cultura… se respiras en cada una de sus calles y rincones. Desde los monumentos más famosos como la Catedral o la Plaza de España a las pequeñas calles de barrios tradicionales con Triana como el más famoso.
Por cualquier lugar por el que paseemos vamos a encontrar algo que hacer en Sevilla: una plaza, un pequeño bar, un palacio o un parque que merece la pena.
A cada paso, la ciudad nos recuerda (y presente) su pasado esplendoroso.
El de una ciudad que llegó a ser una de las más importantes de Europa en el siglo XVI ya que era el puerto de entrada de las mercancías que provenían de las Américas.
Pero también es imposible no respirar el aire de su herencia árabe. Un pasado visible en todo momento: desde los coloridos azulejos pintados que adornan muchos edificios, hasta los arcos lobulados de los palacios. Incluso la icónica Giralda fue el minarete de la antigua mezquita de la ciudad.
Mosaicos típicos que podemos encontrar en cualquier patio de Sevilla
¿Cuál es la mejor época para visitar Sevilla?
Visitar Sevilla es recomendable en cualquier momento del año, pero pensamos que la mejor forma es en primavera.
La majestuosa Plaza de España uno de los planes gratis que hacer en Sevilla.
Evitamos el tremendo calor que hace en la época veraniega y además es en primavera cuando la ciudad está en su mejor momento.
El aroma del jazmín y el azahar se lleva la brisa y lo inunda todo. Si además os gustan las emociones fuertes, se puede hacer coincidir la visita con la Feria de Abril. La ciudad vibra y está totalmente abarrotada de día y de noche, tanto que en ocasiones puede llegar a ser agobiante.
¿Qué ver en Sevilla en 3 días? Lo mejor que ofrece:
A nosotros nos gusta además de informarnos previamente y planificar nuestro viaje, sobre todo si es en ciudades tan grandes como esta. Entre las cosas que hacer está el contratar un tour guiado para que nos expliquen la ciudad en cuanto llegamos. Así nos hacemos una idea desde el principio y nos gusta especialmente porque luego es más fácil comprender cada edificio, mercado o monumento que visitamos.
Realiza un tour para conocer la Catedral.
Nuestra recomendación es que visites la Catedral de Sevilla, la Giralda, la Torre del Oro y los Reales Alcázares con un tour guiado. La mayoría son realizados por pequeñas empresas con guías locales que explican perfectamente lo más importante de forma eficaz.
Especialmente es tan grande y tiene tanta historia que es fácil perderse cosas si no te las cuentan.
La visita suele durar unas dos horas junto a la subida a la Giralda.
Es un pequeño mundo en sí mismo en donde pasar tiempo mirando con asombro las hermosas florituras arquitectónicas, reliquias y curiosidades históricas que alberga en su interior.
Os recomendamos comprar las entradas para la catedral de Sevilla online ya que actualmente cargan un 10% extra si lo haces de forma presencial.
Con 80 capillas diferentes, es la catedral más grande del mundo por volumen y está considerada Patrimonio Universal de la Humanidad. También hay indicios de la mezquita que una vez estuvo en este lugar, especialmente en el Patio de los Naranjos en el lado norte, donde alguna vez los musulmanes realizaron abluciones.
La gran oportunidad para tomar fotos en el interior es definitivamente la magnífica tumba de Cristóbal Colón, pero hay algo espectacular en casi todos los rincones.
Tienes estos planes gratis:
La Giralda
¡Y Qué decir de La Giralda! Este increíble monumento tiene orígenes moriscos, siendo el minarete de la antigua mezquita.
Lo inusual de la torre es que para subir hasta arriba, en vez de escalones al uso, tenemos que superar 35 rampas que nos conducen a la cima en lugar de una escalera. La verdad es que se agradece y la ascensión se hace bastante más sencilla que con los más normales escalones.
Cuenta la historia que el motivo de esto, era permitir que el encargado de convocar a las oraciones pudiera acceder montado en caballo para admirar las increíbles vistas. Para romper la monotonía de la escalada, hay exhibiciones arqueológicas regulares en el camino, y en la parte superior, la vista es incluso mejor de lo que podrías esperar.
Visita a los Reales Alcázares de Sevilla
Por último este maravilloso complejo palaciego, que aún es utilizado por la familia real española. Casi todo el conjunto es de estilo mudéjar, arquitectura de inspiración morisca para edificios no islámicos, y fue desarrollado por Pedro el Cruel durante el siglo XIV.
Durante la visita atravesaremos el hermoso patio, observaremos techos tallados con artesonados y te dará tiempo a perderte por sus jardines
¿Un consejo? Aunque pueda parecer que la Catedral se lleva toda la atención, hacer una visita es una de las mejores cosas que hacer en Sevilla es un monumento muy visitado también por lo que lo mejor es reservar la entrada con anticipación para evitar las largas filas.
Plaza de España.
Este colosal monumento fue construido para la Exposición Iberoamericana de 1929 y se encuentra dentro del Parque de María Luisa. Es una plaza semicircular bordeada por un canal y dominada por un gran palacio curvo.
El palacio contiene muchos de los edificios administrativos de la ciudad, pero la razón para visitarlo es caminar debajo de la galería, donde verás bustos de importantes figuras nacionales y pequeñas representaciones de las provincias españolas.
Es un lugar ideal para hacerse fotos con el mosáico de tu provincia, alquilar una barca o simplemente guardarse del sol entre la vegetación.
Parque de María Luisa.
El espacio verde más grande del centro de Sevilla perteneció originalmente al cercano Palacio de San Telmo, que data del siglo XVI. A finales del siglo XIX, los terrenos fueron donados a la ciudad por la Infanta Luisa Fernanda y tomaron su forma actual después de una remodelación en 1911.
María Luisa es uno de esos parques en el que te encuentras con una agradable sorpresa en a cada paso que das: ya sea un estanque ornamental, un pabellón, escultura o fuente de azulejos, un plan ideal si vas a Sevilla con niños.
Las amplias avenidas del parque tienen filas gemelas de altas palmeras, mientras que el cuerpo del parque, tejido con pequeños senderos, es un gran jardín botánico con especies inusuales de todo el mundo.
Barrio de Triana.
“Que me perdone Sevilla, dueña de mil maravillas paraíso universal, donde se ponga mi Triana que se quite lo demás.”
Sí, Triana es un mundo aparte en Sevilla, y por eso, este barrio en la margen izquierda del Guadalquivir, es una visita obligada en Sevilla.
La entrada principal es por el Puente de Isabel, cerca de la plaza de toros de la Maestranza. Desde aquí llegamos a la Plaza de Altozano en donde nos recibe una estatua muy fotografiada de, como no podía ser menos en este barrio cuna del flamenco, un bailaor.
A partir de aquí lo mejor es perderse por las calles y apreciar un poco de la Sevilla más genuina (aunque el barrio últimamente está recibiendo un proceso gentrificador muy acusado por lo que está perdiendo su esencia a pasos agigantados).
No te pierdas ni un detalle de las muestras del renacimiento moro y la arquitectura barroca de la zona y visita una de las muchas tiendas de azulejos y cerámicas para encontrar auténticos azulejos.
Museo de Bellas Artes
La que para muchos es la segunda pinacoteca más importante de España tras el Museo del Prado es una visita aconsejable y muy fácil de hacer ya que se encuentra cercana al centro y a la principal estación de autobuses de la ciudad, en la denominada Plaza del Museo de Sevilla.
Famoso por ser el centro de referencia del pintor Murillo, también se pueden contemplar obras de Zurbarán o Velázquez entre otros.
La visita no vale la pena sólo por ver el museo (que por sí solo ya lo justifica) si no que también podemos perdernos por las callecitas que lo rodean y la esplendorosa plaza donde se ubica que al estar llena de árboles ofrece una refrescante sombra donde hacer un alto el camino.
Es frecuente que varios artistas vayan a exponer y vender sus obras por lo que el ambiente que rodea al museo es sensacional.
Barrio de Santa Cruz.
Rodeando la plaza central en la que se asienta la imponente catedral de Sevilla, se encuentra el antiguo barrio judío de Santa Cruz, donde Fernando III confinó a la población judía de la ciudad cuando arrebató la ciudad a los moros en 1248.
Hoy en día, es el corazón de la Sevilla histórica y el primer lugar al que se dirigen muchos turistas. En este laberinto de estrechas calles adoquinadas y plazas románticas se encuentran algunos de los mejores bares de tapas y tablaos flamencos. Cada judería es muy parecida y a la vez diferente (Segovia) en cada ciudad que visitamos, por eso siempre reservamos un espacio en nuestras visitas para visitarlas.
Sevilla es una ciudad grande y rica en la que merece la pena reservar al menos 3 días para visitarla con tiempo y sin prisas.
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