Zaragoza, suele pasar medio desapercibida en mitad del camino entre Barcelona y Madrid. La que es la quinta ciudad del país en población, suele estar alejada de los radares turísticos.
Sin embargo, hay mucho que ver en Zaragoza, que ofrece mucho al viajero curioso más allá de su emblema, la Basílica del Pilar.
Repleta de edificios de un gran valor arquitectónico e histórico. Fundada por el Imperio Romano con el nombre de Caesar Augusta y posteriormente habitada por los árabaes, las huellas de estas civilizaciones son aún patentes en muchas partes de la ciudad.
Qué visitar en Zaragoza en dos días
Teatro Romano de Caesaraugusta.
La que fuera fundada por el gran César Augusto en 14 a.C. conserva aún muchos restos de edificios de su gran pasado como capital romana.
Todos están relativamente cerca y pueden ser visitados en una mañana, bien por tu cuenta o haciendo algún free tour.
El ayuntamiento ha creado la Ruta Cauesaraugusta por la que por la compra de una única entrada (Aquí más info de cómo comprarlas) se incluye la visita a cuatro espacios romanos:
- Museo del Foro.
- Museo del puerto fluvial.
- Museo de los baños públicos.
- Museo del Teatro.
Cada lugar tiene exposiciones e información acerca de cómo era la vida en la España de los romanos y muestra la arquitectura que aún sobrevive hasta nuestros días
El Museo del Foro de Caesaraugusta explora la historia del corazón de la antigua ciudad romana de Caesaraugusta, que una vez estuvo donde se encuentra Zaragoza hoy. Se cree que la antigua ciudad fue fundada en el año 14 a. C.
El Teatro Caesaraugusta se encontraba en la antigua ciudad romana del mismo nombre y tenía capacidad para 6.000 personas. Hoy en día, los visitantes pueden ver las ruinas de este teatro, que fue excavado en 1972.
En ansiaviajera nos parece que es lo más impactante y bonito, por lo que si váis apurados de tiempo sería lo primero que iríamos a ver para no perdernoslo. En cualquier tour guiado que contratéis os llevarán.
En la planta baja una exposición nos enseñar con vistas panorámicas el proceso de excavación. Mientras, en el sótano se muestran presentaciones audiovisuales y modelos 3D que ilustran cómo habría sido el teatro en la época romana.
El Museo de las Termas Públicas de Caesaraugusta se encuentra entre el Museo del Foro y el Museo del Teatro. Como todos los edificios de baños, fue parte clave de la antigua ciudad romana que una vez estuvo aquí ya que en él confluían todas las clases sociales.
Se cree que los baños públicos datan del siglo I a.C., y se pueden ver restos de estructuras como letrinas y piscinas.
En el interior del museo, realizarás un recorrido audiovisual por los baños para ver cómo eran antes y conocer todo sobre las piscinas de agua fría y caliente, la sala de vapor, sauna, la sala de masajes y el gimnasio.
Palacio de la Aljarería.
Otro de los lugares más famosos que ver en Zaragoza es el Palacio de la Aljafería, palacio islámico fortificado y uno de los mejores ejemplos de arquitectura hispano-musulmana en España.
Construido en el siglo XI, está decorado con elegantes arcos árabes y tallas intrincadas y contiene algunos de los mejores elementos mudéjares fuera de Andalucía. A lo largo de los años, también se ha utilizado como palacio de los Reyes Católicos, y luego como cuartel militar. Hoy es la sede del parlamento de la comunidad autónoma de Aragón y se puede visitar en visita guiada.
Basílica Nuestra Señora del Pilar.
Muy alejada del estilo de las góticas como la de Segovia pero igualmente hermosa.
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar fue construida en el lugar donde se dice que Santiago, uno de los discípulos de Jesús, vio a la Virgen María ascender a la cima de un pilar de mármol.
Llegamos al monumento más famoso de la ciudad. Por dentro y sobre todo por fuera, cuando en el Día del Pilar es famosa la ofrenda de flores que se ofrece en la plaza.
Es una de las pocas (al menos que nosotros conozcamos) catedrales que disponen de ascensor para subir hasta la cima y poder disfrutar de algunas de las vistas más espectaculares de la ciudad.
Diseñada originalmente en 1681 por el arquitecto Felipe Sánchez y Herrera y modificada en gran medida durante el siglo XVIII por Ventura Rodríguez. Aquí es cuando tomó su forma final, ya que se agregaron la Santa Capilla y 10 mini cúpulas que rodean la mayor.
Catedral del Salvador de Zaragoza.
La Catedral del Salvador de Zaragoza, conocida simplemente como La Seo. Construida en un lugar que a lo largo de la historia fue templo del foro romano, iglesia visigoda y mezquita musulmana.
Presenta elementos de todos estos estilos y más: mudéjar, gótico, renacentista, barroco y neoclásico.
Finalmente se completó en los siglos XVI y XVII, y se le agregó una elegante torre barroca y una puerta clásica. En su interior es posible admirar hermosos retablos, incluido el retablo mayor, que data del siglo XV.
Puente de Piedra.
Así como Sevilla tiene el Puente de Triana o Madrid el de Toledo, Zaragoza ostenta orgullosa el Puente de Piedra.
Por esta razón es también conocida como «la ciudad de los puentes.» Cómo no estarlo cuando sortea el río más caudaloso de la península: el Ebro.
El más reconocido y fotografiado es este que cruza el río Ebro desde el casco antiguo hasta la parte más moderna, ofreciendo una de las mejores vistas de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
El puente ha sido reconstruido varias veces, e incluso había un puente de madera en este mismo punto, que data de la época romana. El puente actual, sin embargo, fue construido en el siglo XV y es de estilo gótico, pero también ha sido remodelado con el tiempo. Para más datos, en 1991, el escultor Francisco Rallo añadió leones de bronce al puente.
Mercado de La Lonja.
Construido entre los años 1541 y 1551, fue utilizada como centro de intercambio comercial de la ciudad. Es el mejor ejemplo de estilo renacentista en la ciudad y fue influenciado tanto por la arquitectura florentina como por la mudéjar.
Desde principios del siglo XX, sin embargo, ha sido el espacio expositivo más importante de Zaragoza, albergando exposiciones y muestras.
¿Qué ver cerca de Zaragoza?
Al igual que la capital es bella, muy cerca tienes algunos pueblos que son, igualmente, una auténtica maravilla. Aragón es una comunidad preciosa en toda su extensión pero si no tienes tiempo de recorrerla entero no tienes que preocuparte porque a pocos minutos en coche de la ciudad tienes algunos de los pueblos más bonitos de todo el lugar y con tanta historia como la capital.
Anento
Sin duda, el lugar más despoblado que te quiero proponer es Anento, otro pueblo precioso, de hecho, considerado de los más bonitos de todo el país, pero sin llegar al centenar de empadronados. Y aquí radica parte de su encanto, al menos a mi parecer.
A pesar de ello, el municipio cuenta también con su interesante patrimonio, incluyendo el Castillo de Anento o su iglesia parroquial. Además, es un lugar de salida para realizar algunas rutas de senderismo; muchas pasan por el manantial Aguallueve o, de hecho, terminan en él. No te lo pierdas porque sus paredes de piedra y su fondo verde enmusgado ofrecen un bonito y relajante paisaje en el que puedes pararte a comer y descansar un rato.
Daroca
Es una villa medieval que año tras año destaca en el top de ciudades más bonitas de Aragón, tanto que hace casi un siglo se declaró Conjunto Histórico Artístico (y muchas de sus iglesias son también Patrimonio Mundial de la Humanidad). Se sitúa muy cerca de Anento, de manera que ver ambos municipios puede plantearse como una única excursión.
Es en este lugar donde vas a encontrar una ínfima parte de lo que en su momento fue la muralla más conocida de Aragón, puesta en pie en el siglo XIV y de más de cuatro mil metros de longitud. También se trata de un lugar predilecto para empaparse de cultura arquitectónico, pues las tres culturas religiosas más conocidas de la historia dejaron su paso en este lugar que se sitúa en el valle del Jiloca. Cuenta con un castillo, varios museos, una basílica, un convento, un elegante palacio también del XIV…
Belchite
Era imposible que yendo a Zaragoza y siendo amante de la historia no pasase por Belchite, a menos de 50 kilómetros. Y lo mejor de todo es que, tal y como pensaba, es un lugar digno de recomendar.
Se trata de un lugar que busca el recuerdo de lo sufrido en nuestra Guerra Civil. Por ello precisamente se ha tenido tanto mimo en los cuidados y conservación de los restos que quedaron tras el bombardeo sufrido en el año 1937 a manos del Ejército Popular (algo que mejor que te cuenten en detalle en los alrededores para que lo vivas con mayor intensidad).
Es un pueblo fantasma donde encontramos auténticas ruinas y algún edificio medio en pie pero no exento de agresiones visibles, como balazos y bombardeos. Estas se pueden visitar de manera guiada por auténticos descendientes de los afectados por lo que la intensidad en la experiencia está garantizada.
Sos del Rey Católico
Pequeñita, pasando los 300 habitantes, encontramos la villa que vio nacer al rey Fernando II. Y a pesar de ser este el principal reclamos del lugar (y por el cual pudo cambiar de nombre), lo cierto es que hay varias cositas interesantes que merece la pena visitar, aunque sea solamente por lo bonito.
Aun con su reducido tamaño tenía (y mantiene) una judería, una lonja medieval que se conserva a las mil maravillas y que, aunque no sea una edificación súper turística en general, te animo a que visites, una casa palacio, un castillo, una muralla con varios portales aún en pie e incluso una cripta.
Como aderezo, las afueras son preciosas y existen buenas rutas de senderismo. Si te mueves un poco descubrirás un parador, un santuario y también un yacimiento arqueológico.
Moros
Y si creías que el anterior era pequeño, no puedes dejar de visitar Moros, un pueblo de sólo 300 habitantes. De origen en el medievo, cuenta con cantidad de casas en la ladera de una montaña, lo que crea una sensación visual admirable por las diferentes alturas de cada una de las construcciones. Además, cada casa es de su madre y de su padre, contando a su vez con diferente número de plantas, lo que enfatiza aún más esos desniveles.
El casco es la zona más antigua y donde mejor se puede apreciar esa influencia medieval. Sin embargo, también se deja ver el estilo mudéjar, propio de la transición de la Edad Media hasta buena parte de la Edad Moderna, en la edificación de la Iglesia de Santa Eulalia. Moros cuenta con varias ermitas y las ruinas del castillo mandado a construir por el rey musulmán Ayubb.
¿Dónde ir con niños en Zaragoza?
Una gran pregunta, qué duda cabe. Aunque puedas pensar que hacer turismo con niños en Zaragoza resulta complicado, lo cierto es que, como en casi cualquier otro lugar, no lo es. Aunque hay recursos turísticos que a ellos ni les van ni les vienen, lo cierto es que también hay opciones, tanto en la capital como fuera, para que los peques se diviertan y disfruten durante el viaje.
Museo de Mequinenza
Si quieres algo un poco más de la zona también puedes acudir a este lugar. Aquí se visita una mina subterránea de un kilómetro que está llena de galerías, como corresponde. Como el lugar es de visita guiada, iréis descubriendo cómo era la vida del trabajador minero y un poco sobre el avance de esta profesión.
Parque de atracciones – Bowling Center Zaragoza
No es un parque de atracciones como el resto, que parecen idénticos unos a otros. Si te lo propongo es porque, como la zona, luce más natural, lleno de naturaleza, sin tantas cosas modernas ni tematizadas. Son 40 atracciones para mayores y pequeños y cuando estés allí me darás la razón en que es diferente, enmarcado en un entorno precioso.
Peeero como, desgraciadamente, lleva cerrado temporalmente varias semanitas, te voy a hacer otra propuesta. No es tan bonita pero, bueno, también te va a servir.
Se trata del Bowling Center Zaragoza. Está muy bien ubicado, puedes dejarlo para un día que salga así nubladillo y no querías arriesgaros a que os llueva en mitad de ruta.
Lo recomiendo porque hay minibolos también, algo que no se ve en todas las boleras, y que resulta esencial para que los más peques puedan jugar sin ayuda (o con muy poquita). También tienen parque de bolas, magia e incluso un karaoke, por lo qe seguro que va a ser divertido y no tan típico como siempre. Y para vosotros, tenéis retransmisión de partidos en una tele gigante mientras atracáis el bar.
Monasterio de Piedra
Está al suroeste, a una horita en coche de Zaragoza, por eso lo recomiendo si vas a visitar Daroca y Anento, pues queda cerquita de estos. Puedes, de hecho, hacer noche en Alhama de Aragón, que queda pegadito y así disfrutar también de este municipio, los dos anteriores y tener tiempo de ir a la zona del monasterio; ¡realmente un plan chulo!
Navarra: Las Bardenas Reales y Sendaviva
Si decides viajar hacia el norte, en Navarra tienes dos opciones chulas para hacer con niños.
La primera es ir a las Bardenas Reales. Este es un paisaje extraño de nuestro país, motivo ya suficiente, si eres turista de vocación, para que lo visites. Es un desierto Reserva de la Biosfera, pero no de los que sólo tienen arena.
Destacan sus montículos con curiosas erosiones que puedes ver cara a cara, aunque también es cierto que no sus 42500 kilómetros son transitables, pues una zona es del ejército. Aun así, la extensión te permite hacer varias rutas, siendo la circular la más recomendable, aunque necesitas de más tiempo. En ella vas a poder ver locaciones de producciones audiovisuales diversas.
Y ya que te has acercado y reiterándome, ve a Sendaviva. Parques de animales hay muchos pero piensa que no están todas las especies y ver algunas diferentes siempre va a ser sumar, pues puede que no las vayas a ver en ninguna otra parte. Además, creo que ningún niño se cansa de ver animales y es un estupendo recursos para trabajar en su educación.
Sendaviva destaca por la cantidad de actividades que puedes hacer al aire libre, incluyendo interacción con algunos animales, tirolina, atracciones, juegos, algunas acuáticas… La zona se distribuye en 9 sendas y en cada una de ellas verás especies de un tipo.
¿Dónde hacer buenas fotos en Zaragoza?
Desde ya tengo que decir que todos los sitios que te he recomendado son dignos de tener su propia instantánea. Por supuesto, los gustos de cada uno hacen mucho pero es que Zaragoza y sus cercanías cuentan con un aire medieval que enamora a cualquiera. Te diría, de hecho, qe lo más importante a la hora de hacerle fotos es la perspectiva, pues todo es bello.
Pero más allá de eso, voy a tratar de dejarte algunos bellos lugares que sean dignos para el recuerdo en foto. Claro está que yo no he podido descubrirlos todos así que, aunque sigas mis consejos, cando viajes por Zaragoza ve con los ojos bien abiertos porque seguro que encontrarás otros muchos lugares preciosos para fotografiar y, de hecho, ¡me encantaría que nos dieses el chivatazo!
- Puente de Piedra. Tanto de cerca (incluso desde abajo) como de lejos, deja instantáneas, al amanecer y al anochecer, que son de locura.
- Parque Labordeta. Desde las zonas más altas puedes tomar fotos del parque que llegan hasta el horizonte. Lo mejor es que puedes hacerte alguna imagen en un banquito maravillándote de la inmensidad de verde del lugar o tratar de retratarlo sin que aparezca en la imagen, dándole todo el protagonismo, en puntos como su fuente.
- Arco del Deán. Se utiliza, incluso, para tomar alguna fotografía de boda. Dentro del arco reina la oscuridad y deja ver de fondo un pequeño rincón enladrillado con n par de arbolitos. Desde fuera, inmortalizas el diseño del arco y el estilo del edificio en general (para eso aconsejo que mejor haya bastante luz),; dos imágenes totalmente diferentes de un mismo lugar, como pasa en el puente de Piedra según lo cerca que te encuentres.
- Los galachos de Juslibol. Es un lugar repleto de naturaleza que no sólo ofrece instantáneas preciosas sino que es muy especial para relajarte y pasar un rato tranquilo, ya sea antes de empezar el jolgorio del día como para descansar al acabar tus rutas turísticas.
- Graffitis. Los hay a decenas por toda la ciudad y, como he dicho, si juegas con las perspectivas, muchos darán como resultado una imagen digna de postear.
- CaixaForum. Quizás no suene muy maño pero su diferente diseño resulta más que ideal para hacer fotos con mínima iluminación, cuando las sombras de cada elemento arquitectónico se dejan ver en todas las superficies.
¿Qué ver en los alrededores del Monasterio de Piedra?
Ahora sí, aunque no está demasiado cerca, para mí resultó un indispensable a visitar en Zaragoza, ya sea con o sin niños. Muchísima naturaleza, muy bonita, grutas con cascada incluida, el llamado lago Espejo por el reflejo de su agua, una iglesia y un monasterio ya en ruinas componen el grueso de este paraje. Pero hay más.
Además del parque en sí, que ya da para echar un buen rato, tomar increíbles fotos y disfrutar del entorno, en el que se encuentran árboles centenarios, del acercamiento de algún animalillo y de una comida en familia a lo picnic, tienes muy cerquita, otros recursos con los que coronar el día.
Muy cerquita de la zona verde está el monasterio que da nombre al lugar, el cual es enorme y de inmensa belleza, la cual se multiplica si esperas a la noche y lo disfrutas iluminado. También están las salinas de Nuevalos junto al barranco de Valdehierro o el embalse de la Tranquera, donde ver el atardecer es un lujo.
Un poquito más lejos, ya pasando los 4 km del parque, tienes la gruta de las Maravillas a la que yo, personalmente, me acercaría, pues su estructura no es fácil de ver en cualquier viaje que hagas, ni siquiera en nuestro propio país. También encuentras la Paradera aquí, un lugar donde vas a ver saltos de agua embravecidos (aunque en pequeña escala). Y si quieres catar algún vinito, un pelín más lejos hay algunas bodegas que merece la pena visitar.
Rondando los 8 o 9 kilómetros desde el monasterio te encuentras preciosos espacios como el Vuelo del Buitre, agreste e impresionante de ver, un santuario, las hoces del Río Mesa o el barranco de la Hoz Seca, cada cual tan especial como el anterior. Como consejo, haz lo que yo hice, coge, márcate los puntos y hazte la rutita de la manera más eficiente, en orden; pero no te pierdas estos paisajes, por favor.
¿Qué es lo más típico de Zaragoza?
Por un lado tienes el turismo histórico, lo cual creo que ha quedado más que de manifiesto con mis recomendaciones a lo largo de todo el post. Y también hay mucha naturaleza; varios de estos espacios se enmarcan en verde y, si nos alejamos ya de los núcleos, hay mucho campo y muy bello, amén de zonas semidesérticas de impresión.
Pero esto ya lo sabías así que vamos a lo que queda: la gastronomía del lugar, tan antigua como la ciudad en sí misma. Como pequeño spoiler te diré que acompaña bastante a lo que nos encontramos visualmente y es muy acorde al estilo de vida y a los remanentes de la historia del lugar. Así mismo, con sus tierras fértiles y su ubicación, se posibilita el contar con varios productos de la zona de muy alta calidad que, por supuesto, forman parte de los platos típicos de Zaragoza y proximidades.
- Lomo a la zaragozana. Casi olvidada, esta es una receta rica, de las más antiguas y que, si la ves, parece un plato normal y corriente, no lo relacionas con gastronomía histórica, crees que lo podrías ver en cualquier restaurante. Se trata de hacer vuelta y vuelta filetes de lomo gruesos aderezados con ajo, tomate, cebolla y aceitunas negras (en salsita y sin triturar para colocar a modo de decoración).
- Rancho. Un plato imprescindible por su origen pastoril, aunque ahora cada uno hace su versión, sin llegar a estar seguros de cual es la original. Como carne se usa liebre, cordero y costillar de cerdo, que se fríe en ajo y se bañan en alcohol. Después se hace cebolla y patatas en trocitos pequeños, refriéndose todo. El punto verde lo pone la acelga, que se añade antes de dejar cocer con el fuego al mínimo. Se termina añadiendo un poco de arroz que se cocerá ahí dentro también.
- Ternasco con papas. La paletilla del ternasco, criado únicamente en esta comunidad autónoma, se marca y se cocina, horneado, con papas panaderas. Podemos encontrar otras zonas del cordero como la pierna o la falda. Así mismo, a veces se añaden alcachofas y espárragos.
- Bacalao ajoarriero. Es bacalao desalado escaldado con huevos y patatas, en una especie de intento de patatas a lo pobre.
- Migas aragonesas. Las migas son el básico de todo Aragón pero en Zaragoza se han variado para hacerlas propias. Se comen con longaniza (o sebo prensado en tripa), huevo y alguna fruta como cortes de melón o uvas (en el mismo plato, sí, sí)
- Pollo al chilindrón. Aunque es típico de Teruel, en Zaragoza, que no son tontos, lo comen muchísimo. El pollo se hace con pimiento, tomate y cebolla, la triada perfecta en casi cualquier cocina. El pollo se hace frito o semifrito.
- Arroz a la zaragozana. En toda las zonas del este del país se hace el arroz con detalles de la ciudad que le da el nombre, desbancando la paella como playo único de arroz. Es otra receta casi olvidada pero muy buena (yo es que soy amante del arroz en todas sus versiones). Se hace con carne de cordero, cebolla (sí, cebolla en el arroz; no lloréis) y ajo.
- Magras con tomate. Aunque dan muchas ganas de comerla, lo cierto es que te va a ser difícil encontrarla en restaurantes. La magra es un plato de jamón grueso reblandecido en leche emplatado en una reducción de tomate
- Borraja. Una comida que si no eres de cerca ni habrás probado e incluso puede que ni la hayas escuchado nunca. La borraja es una verdura parecida a los tallos de acelga. Se abre para hacer bastones, se hierven con patatas y se aderezan con buen aceite.
¿Cuándo empieza a hacer calor en Zaragoza?
Por último…. ¿has escuchado que en Zaragoza hace bastante frío? Es cierto. Por ello, si no eres muy fan de las bajas temperaturas, querrás organizar tu viaje en época soleada.
En Zaragoza, los meses más calurosos coinciden con el verano del resto de ciudades de la provincia. De mitad de junio a mitad de septiembre tienes los tres meses en los que más calor hace. Sí, en Galicia hay 15 grados menos que en Córdoba, por ejemplo, pero aun así es cuando más temperatura marcan los termómetros.
¿Y qué tiempo hace en Zaragoza en verano? No es como esos lugares que en invierno quieres morir de frío y en verano de calor; esto sólo se cumple con temperaturas bajas, je, je. Si te consuela, en veranito las temperaturas máximas son de 33º, pero estas no se dan, para nada, a diario. El promedio de altas es, de hecho, de 28º. Además, rara vez bajarás de los 19º durante estos meses.
Se trata de un muy buen lugar para visitar durante el verano porque no se va a hacer pesado. Aun así, si te sale un día malo, con llevar la gorra e hidratarse a menudo es más que suficiente. Ten en cuenta que el mes en que menos nubes hay y, por tanto, más puede pegar el sol, es julio.
¡Ah! Y no olvides sacarte la típica foto montado en el caballito de bronce, un testigo inmutable de otro tiempo.
Por todo esto y mucho más desde Ansiaviajera os recomendamos una visita a Zaragoza. La ciudad se ha convertido en los últimos tiempos en una ciudad cosmopolita, abierta y moderna que merece la pena.
